En SANDONÁ, NARIÑO, un rincón en el sureste de Colombia, crece la Palma de Iraca que es transformada a través de las manos de mujeres artesanas.

Siguiendo las enseñanzas de sus abuelos, los hombres salen en las noches de luna menguante a cosechar sus hojas, materia prima para las habilidosas artesanas que convierten la prodigiosa fibra en verdaderas obras de arte. Estos accesorios forman parte de las colecciones y creaciones de Johanna Ortiz. Cada pieza tejida a mano es un legado de tradición.

Te invitamos a descubrir sus técnicas y tejer tu tesoro de Iraca.